martes, 4 de enero de 2011

Pasos para conocer a una persona



Como están? Soy Steve Dómine, hace unos cuántos posts les conté una historia que para algunos pudo ser un tanto extraña. Hoy les voy a describir mi propia guía para conocer a una persona. No me refiero a lo que tienes que hacer para que alguien te cuente la historia de su infancia, ni descubrir si podría ser tu media naranja, ni para comprobar si sus intenciones son honestas y cosas por el estilo. Sobre eso quizás les cuente otro día. Me refiero a lo que tienes que hacer para simplemente iniciar una conversación con una chica totalmente desconocida. Aunque pensándolo bien, esto funcionaría con cualquiera: conocido, desconocido, persona que hace tiempo que no ves y que no te recuerda pero que tú si lo recuerdas, etc. Sin embargo, para simplicidad de lo que escribiré, me ceñiré al caso “Chica atractiva y totalmente desconocida que no se como empezar a hablarle”, el resto espero sea fácilmente inferible. Con eso claro, voy con la guía:


Todo empieza con tu estado mental. Debes querer sentirte confiado... no, mentira, no necesitas eso. Sentirte confiado es muy complicado, porque en realidad no te quieres sentir confiado. Al pensar que quiero estar confiado, por definición, implica que en ese momento no me siento en confianza. Va de nuevo... *arruga la hoja de papel, la tira y empieza a escribir otra vez*.


El paso cero para poder hablar con una chica totalmente desconocida es tu estado mental. Debes sentirte naturalmente bien, pero no confiado. No pienses en términos de confianza, olvida la palabra confianza. Sentirte naturalemente bien sin siquiera pensar en que te quieres sentir confiado, es de hecho la confianza en sí. Concéntrate en sentirte naturalmente bien y antes de que te des cuenta serás percibido como alguien con confianza en las venas =). Cuando veas a una chica que te gusta, ni siquiera intentes sentirte naturalemente bien... En vez de eso piensa: “Ves esa chica? Soy exactamente la experiencia que a ella le hace falta!”, incluso, si quieres, por una centellésima de segundo piensa en todas las maneras en que podrías hacerla tener un orgasmo.... Oye no, no, ya va... aff *arruga la hoja de papel y la tira sobre la montañita que se hizo al lado de la papelera.. y empieza a escribir otra vez*.


Bueno si sigo así, pronto querrán hacer una brocheta de Steve, así que en vez de intentar describirlo como antes usaré un ejemplo de mi propia experiencia. Les contaré cómo conocí a mi última novia.


Estaba yo en un toque en un local de la ciudad con algunos amigos. Sinceramente no estaba en mi más óptimo estado mental esa noche, ni siquiera estaba cerca de mi estado mental corriente y por eso decidí salir a pasarla bien un rato, desligado totalmente del objetivo de conocer gente nueva. Sólo quería pasar un rato con mi gente de confianza. Mientras esperábamos a que el grupo saliera, el Dj del local sonaba alguna canción de rock popular y entre el humo del cigarro y las tenues luces del local la vi rodeada por su propio grupo. Formaban un círculo entre todos, de manera que pudieran delimitar la mayor cantidad de espacio posible entre el bullicio, cerca de la tarima; y al mismo tiempo protegerse los unos a los otros. Básicamente lo que hacía todo grupo en el local.


Desde que la ubiqué con mi vista, entré en una ambivalencia. Por un lado, seguía con mi escaso ánimo y por otro lado mi autoprogramado juego para conocer gente se puso en marcha. Decidí seguir este último instinto sin dejar que pasaran más de tres segundos. Ese es el paso 1, la regla de las reglas: La regla de los 3 segundos. Apenas veas a alguien que te llame la atención, acércate. Aún si no tienes nada en la mente, ve hasta ella. Y esa es la mejor manera de explicar mi situación aquella noche: no tenía nada en la mente. Dejé la conversación que tenía con mi gente a medias y empecé a caminar entre los cuerpos sudados hasta que estuve lo suficientemente cerca de ella como para que mi voz se escuchara a través de la música, pero no tanto como para que me hiciera ver como un rarito necesitado.


Creo que no me cansaré de repetirlo porque eso es lo mas resaltante de esa noche. Yo NO estaba en el mood. Ora por alineación de las estrellas, ora porque ese día mi cuerpo no sacó suficientes hormonas de felicidad, ora porque me levanté con el pie izquierdo, esa noche yo no tenía ningunas ganas de acercarme. Pero era demasiado tarde, ya estaba caminando hacia ella, viendo sus ojos y sin decir nada todavía. No se me ocurrió ninguna frase ocurrente, no se me ocurrió primero hablar con sus amigos para entrar en confianza y dejar que ellos hiciesen el trabajo, no me acordé de ninguna otra cosa que en el pasado me sirviera y dada la premura del silencio (interno) e incómodo que se estaba formando con nuestras miradas, se me ocurrió “The Ultimate Phrase”. Eché por tierra cualquier excusa situacional, cualquier juego psicológico para llamar su atención y redescubrí la frase mágica que por siempre y para siempre será la que te permitirá conocer a cualquiera. Le dije: “Hola!” Sostuve suficiente contacto visual con ella como para que me respondiera con un “Hola” sumido en confusión y seguí haciendo lo que hacía: seguí caminando.


Mientras volvía con mi grupo, no muy lejos del suyo, pensé que probablemente no volvería a verla. Unos minutos más tarde, mientras iba a buscar algo en la barra volví a pasar cerca suyo y nos miramos otra vez (Oh! Que dicha! xD), así que lo volví a hacer: “Hola!” y seguí haciendo lo que hacía (básicamente, la ignoraba). Tan loco como suene encontrarte varias veces con la misma persona en el mismo local, la misma noche, encontrándote relativamente cerca de ella, eso fue lo que pasó.


Después del tercer “Hola!” ella ya se preguntaba cómo me conocía, o si me conocía. Después del quinto “Hola!” de hecho se estaba preguntando como es que nunca seguía la conversación. Al décimo “Hola!” ella no podía comprender por qué rayos no terminaba de acercarme. Después del décimoquinto “Hola!” quería acordarse de como nos conocimos en primer lugar, por qué nunca le terminaba de hablar, por qué siempre pasaba de largo sin terminar de acercarme y sólo seguía diciendo “Hola!”, incluso se preguntaba si habia algo raro en ella. Después de veinte “Holas!” estaba tan confundida e intrigada por mi, que no lo pudo soportar más y SE ACERCÓ ELLA!


Evidentemente, fui sumamente vago y misterioso en mis respuestas, porque al fin y al cabo, no tenía mucho que decir aquella noche. Sin embargo, unos minutos después me di cuenta que estaba hablando con una chica increíblemente hermosa, que hace un rato ni siquiera tenía ganas de decirle “Hola!” y que estaba tan intrigada por mi que de hecho no aguantó las ganas de hablarme.


Holly molly! Esa noche decidí escribir esta guía. Prácticamente cero esfuerzo de tu parte, sólo recuerda decirle “Hola!” cada vez que la veas =) (a la persona que quieres hablarle). Algunas no responderán, otras sonreirán, otras responderán y sonreirán, algunas más sonreirán, responderán e inclusive se detendrán a hablarte! Claro, de aquí a cómo terminó siendo esa chica mi novia es un largo camino, pero la idea de esto es cómo empezar una conversación. Ojalá te sirva. Espero volver con algo nuevo pronto, nos vemos. Steve Out!


Nock!

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