lunes, 20 de septiembre de 2010

Popurrí


Dicen por ahí  que un artista (y sobre todo un escritor) realiza sus obras maestras cuando tiene los sentimientos a flor de piel. Y sobre todo cuando esos sentimientos provienen del sufrimiento.


Mi nombre no te lo diré, porque sinceramente no lo se. Pero si te diré que soy escritor. Un escritor que hoy no escribe para racionalizar, un escritor que hoy escribe para sentir y justo en este momento siento ira, tristeza, decepción y amor. Estoy hecho una maraña de sentimientos asquerosos y en podredumbre. Si alguien pudiera tomarle una foto a mi estómago y a mi pecho con una cámara para fotografiar sentimientos, la foto se vería así como las pelusas que aparecen bajo los muebles cuando decides barrer tu casa. Sería como esas imágenes ampliadas de virus y gérmenes. Estoy sufriendo.


Yo no se mucho de historia, ni tampoco se mucho de literatura, de verdad no te puedo decir una larga lista de escritores que hayan sido famosos por escribir páginas y páginas de "obras maestras" fruto de una vida llena de continuas olas de mierda.


Pero si te puedo decir algo bien cierto, tan cierto como la verdad empírica con que comienza este escrito: ninguno escribía por la fama. Ninguna de esas desgraciadas almas eligió ser un karma viviente, para que luego de morir les pusieran un título inmortalmente patético; para ser parte de una élite de escritores emo: "los poetas malditos". Y lo entiendo ahora! Ahora que me siento así! Porque lejos de estar aquí sentado cruzando los dedos para que una editorial famosa se de cuenta que estoy escribiendo mi propia "obra maestra", sólo busco poner en letras los sentimientos que ahora me carcomen. Es como si el bolígrafo fuera una varita mágica que sirve para drenar gota a gota la tinta negra que recorre mi ser, encerrándola para siempre en esta carcel de papel.


Es una mezcla. Es un revoltijo de odio y cariño. ¿Alguna vez has visto muchos rayos de luz resplandeciendo en todas direcciones, tocando muchos puntos de manera intermitente? Cada punto es un culpable. Es el que merece arrepentirse y sufrir. ¿Alguna vez te has dado cuenta que sobre un líquido podrido se puede ver una película de colores que con la luz cambian aleatoriamente? Cada color es un sentimiento. Ponle Amor al azul, ponle Odio al rojo, ponle verde al Cariño, viste de amarilla a la Confianza, pinta de morado a la Decepción. Deja que pase la luz, deja que se muevan los colores. Observa cómo el verde puede ser Odio y el azul volverse Decepción y cómo el rojo en realidad es para el Amor!


Me hice un sol negro que alumbra con sentimientos mal pintados.


Hoy me acabo de dar cuenta que es mentira lo que dicen. Uno no sabe lo que es el amor, ni el odio ni ningun sentimiento. Y nunca lo sabrás, y nunca lo sabré! Decir tal cosa es hablar paja, nunca sabrás si mi odio es tu amor o si su cariño es tu satisfacción. Hoy lo que creía que era amor es en realidad odio, y lo que siempre aseguré que era odio hoy denota la pasión más profunda.


Es por eso que quiero verte arrastrándote hasta mi porque te amo y quiero humillarme ante tí porque te odio.


Sólo quiero empezar a olvidarme de tí. Cosa que se que también es imposible. Y lo sé porque ya he estado en esta situación antes. No se trata de olvidar, no es posible olvidarse de alguien que estuvo junto a tí. No me puedo olvidar de alguien que estuvo junto a mí y mucho menos por tanto tiempo. Sólo me queda superarlo y seguir adelante. Pero.. es que acaso quiero? Es que de verdad quiero dejar de sentirte?


Lo que quiero es lo que siento. Lo que siento cambia a cada segundo. Te quiero a tí. Pero a tí no te quiero!


Algo que leí una vez me aconsejaba que sólo le pusiera nombre a un personaje hasta el final del cuento, después de conocerlo y convivir con él. Muy pintorescamente, ponían la metáfora de un gran salón lleno de personajes, cada uno con un nombre distinto, cada uno con características distintas. Sólo tienes que recorrer ese gran salón mientras piensas en cómo quieres que sea, porque al final, el llegará se te parará al frente y se presentará. Eso me hace recordar mi nombre. Mucho gusto, me llamo Despecho y soy escritor.


Nock!

2 comentarios:

  1. verga man.. está demasiado brutal.. sincero... está burda de brutal.. te la comiste (Y)..
    felicidades =)..
    Pero ahora me invade la duda, qué demonios te pasó que hizo que este escritor del que hablas te posea como un poltergeist?? o.o

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