Últimamente he aprendido mucho de la gente. Los últimos 3 meses los he dedicado a apreciar a las personas que tengo a mi alrededor. ¿A qué me refiero con la "gente de mi alrededor"? Pues a mis padres, mis amigos, profesores, conocidos, desconocidos, venezolanos, humanos. Todo el mundo. El sábado ante pasado, por ejemplo, analizabamos ciertas situaciones que se suelen presentar, específicamente aquí, en Venezuela:
Caso 1: Uno de tus amigos se acerca a pedirte prestado ese libro que has estado recomendando a todos y que está entre los mejores que has leído en tu vida. Sabes que si se lo prestas cabe la inmensa posibilidad de que no te lo devuelva. Reacción: "Si bueno, yo te lo traigo mañana bicho, ya verás, te encantará". Mojón! Mañana se te olvida! Jamás se lo prestarás! Coño, ¿si lo pierde? ¿si se lo orina su perro? ¿si se termina mudando a Canadá?, ¿Cómo vas a hacer después? Ese guebón no te va a mandar ese libro tan bueno por correo.
Caso 2: Llegas por primera vez a Maracaibo en tu carro. Intentas conseguir la casa de tu amiga, la maracucha que conociste en el crucero por el caribe el año pasado, pero no tienes ni GPS ni BlackBerry, así que te pierdes entre las calles. Tu amiga te dió la dirección pero no es suficiente para que llegues a tu destino. Preguntas a un peatón que va por la acera y que aun siendo más marabino que un patacón, no tiene idea de la dirección. Reacción: "¿La calle San Agustín? Yo creo que... Coño, San Agustín?... Qué molleja, me suena la vaina... Este... Verga, no será la San Antonio primo?... Ya va, espérate. Bueno, yo lo que sé es que la Licoreria San Agustín queda subiendo pa 'llá arriba..." La puta que te parió, tu no sabes ni donde está tu casa...
Caso 3: Hombre con amoritis (amoritis es una enfermedad, por ende la terminación “–itis”, que aparece cuando el hombre cree que se ha enamorado de una chica a la que difícilmente conoce) ha estado haciendose el needy con la chica que lo tiene por el suelo. La pana obviamente no va a tener nunca nada con un tipo así, pero toda esa atención no le cae mal a nadie, o por lo menos eso piensa ella. Un día, reuniendo todo su valor, el tipo va a decirle a Clarita que es el amor de su vida y que se dió cuenta de eso la semana pasada cuando la vio, por primera vez, estornudando. Reacción: "Es que, bueno, Roberto, yo... Cónchale, como te digo esto, es que yo te quiero mucho vale, tu eres muy lindo conmigo. Pero, es que, la verdad, yo te quiero sólo como amigo...". Game over.
Es así, nos cuesta un mundo decir que NO. "Me gustaría que visitaran Madrid y se perdieran buscando cualquier calle. Detengan a un tipo en la calle que no sepa donde está la dirección. ¿Qué consiguen como respuesta?. - No, no se." Nos comentaba Carlos, el profesor de mi curso de los sábados, que por cierto es español. Pensando en todo esto, es cuando recordabamos al Monsieur. El Monsieur es un mago francés muy conocido en el círculo de magia aquí en Venezuela. Es una de las personas más amables y educadas que he conocido en toda mi vida, tiene una energía muy gratificante y empática. Dirige una de las mejores tiendas de magia de Venezuela (si no la mejor). Pregúntenle por algo que no pueda venderles. A diferencia de un venezolano que temiendo perderte como cliente termina diciendo algo así como: "Bueno es que, cónchale, me lo apartaron y no se si me lleguen más pero pásate mañana y vemos... no se... bueno... si eso, mejor pásate mañana...", el Monsieur, sin ánimos de ilusionarte, responde con un fino acento francés: "No monsieur". Así, no es no. Deal with it.
Vivimos en una sociedad intolerante a recibir respuestas negativas. En la calle se ven Madres que les dan a sus hijos todo lo que piden tras el mínimo berrinche. Creces un poquito mas y luego viene el colegio y el bachillerato. Coño si hay una vaina que me arrechaba y me arrecha con mucha intensidad es la falta de coraje para decirle a alguién que clavó y tiene que repetir un año. Si no sabes leer, si no sabes escribir, si no cumpliste con los deberes, qué carajos haces pasando de grado o de año. Clavas, te evalúan otra vez. Vuelves a clavar, hay no pobrecito le va a dar un trauma si no pasa, mejor lo evaluamos otra vez. Vuelve a clavar y bueno vale pero lo intentó varias veces mejor lo pasamos por el esfuerzo. Coño NO! No aprobaste, no pasaste, punto.
Ahora piensen, una persona que crece toda su vida con una conducta complaciente de este estilo ¿Qué es lo que será en un mañana? Cuando Clarita venga y le diga que no quiere estar con él (y para remate en un tono complaciente), o el tipo se vuelve emo y se suicida o termina arrechándose con la caraja y hablando mal de ella o en el peor de los casos estaría gestándose un violador. No puede obtener un no por respuesta, no está acostumbrado. Cuando la víctima le dijo que no a un matón, terminaron llevándolo preso por asesinar. A la semana sale libre y sin represión. ¿Qué aprendió? "Qué importa, a la semana podré salir otra vez"...
¿No es más fácil y sencillo decir que No sin tapujos, sin darle vueltas a las cosas? Les propongo ese ejercicio. Pónganse de meta un día decir que No a la mayoría de cosas que puedan (obvio que si les ofrecen trabajo en la Apple como Gerente Superior no la caguen!). Diganle que no al profesor cuando ven que la está cagando con el ejercicio. De vez en cuando díganle que no a esa chica que les gusta tanto, dejen de ser tan complacientes! Párense firmes y sean como el Monsieur. Educados y agudos.
Confíen! Mañana digan No! ;)
Nock!
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P.D. Los chinazos no se terminan, sólo que no ha habido uno lo suficientemente bueno últimamente. También recuerden que les dije que de vez en cuando puedo escribir acerca de otra cosa interesante que se me pase por la mente!
Un Saludo a Todos los lectores! Ya saben... los invito a comentar =P!......... o No! xD...
